Para lograr el éxito contra la obesidad debemos comer saludable y hacer ejercicio. Esto es algo que todos sabemos, pero muchas veces caemos en la trampa de hacer dietas milagrosas o que están de moda y no podemos mantenerlas en el tiempo porque a largo plazo no darán resultado ya que abandonaremos por sus características irreales.
A la hora de hacer deporte cuando nos planteamos bajar de peso suele ocurrir lo mismo. Nos apuntamos a un gimnasio y nos ponemos a sudar como si fuéramos a correr una maratón.
Pues bien, lo más conveniente, sencillo, y eficaz es ir bajando de peso progresivamente y cambiar nuestra forma de alimentarnos, comer más frutas, verduras carnes magras y pescados. Hacer cinco comidas al día saludables para no llegar con mucha hambre a la siguiente comida y darnos un atracón. Comiendo más veces al día también evitaremos el picoteo inadecuado porque estaremos saciados.
La obesidad es una enfermedad crónica y como tal debemos tener un tratamiento a largo plazo. No sólo tenemos que adelgazar para vernos guapos que por supuesto es algo importante que nos ayuda a tener buena autoestima, a sentirnos bien y más seguros con nosotros mismos. Pero la obesidad afecta a la salud y existen más probabilidades de padecer ciertas enfermedades como diabetes e hipertensión entre otras.
Podremos ir bajando esos kilos de más cambiando el estilo de vida y algunos hábitos. La forma de cocinar los alimentos es muy importante y hacerlo al horno, a la plancha, hervidos… será un gran cambio que notaremos. Intentar poco a poco reducir las cantidades, beber como mínimos 1,5 litros de agua al día, reducir el consumo de sal, azúcar y alcohol es fundamental y empezaremos a notar un gran cambio.

Con el ejercicio ocurre igual, es mucho mejor hacerlo de forma gradual y con empezar a movernos un poco más es suficiente. Tener algunos hábitos en nuestro día a día de actividad física es lo mejor y lo haremos de forma cómoda y sistemática. Andar es una buena opción. Caminar hasta el trabajo o ir en bicicleta, cambiar el ascensor por las escaleras o salir a dar un paseo ayuda junto con una buena alimentación a reducir el exceso de grasa.
Con estos pequeños cambios notaremos grandes resultados.
Existen muchos mitos en cuanto a dietas y alimentos. No debemos de caer en la trampa y eliminar de nuestra dieta alimentos como la fruta, el pan u otros alimentos porque nos digan que engordan sin ninguna razón de peso.
Sin prisa pero sin pausa es la mejor forma de adelgazar. Nos iremos sintiendo cada día mejor con más energía y agilidad. Sin estar frustrados por no poder cumplir una dieta con demasiadas restricciones.
El mejor lema es comer comida de verdad. Comer de todo y olvidarnos de la comida rápida, productos procesados, etc. La de toda la vida es la mejor comida. Reservar un poco de nuestro tiempo para cocinar y poder preparar menús sanos. Con la falta de tiempo que tenemos todos en los últimos tiempos han aumentado los productos envasados y pre-cocinados que no son saludables pero son rápidos de preparar o están listos para comer. Así la obesidad ha crecido de forma sorprendente y preocupante. Tanto en niños como en adultos.
Organizar un menú semanal y podernos preparar nuestra propia comida con productos frescos y de temporada nos ayudará a mantenernos sanos y a deshacernos de esos kilos que nos sobran complementándolo con un poco de actividad física diaria.